Desde el inicio de los tiempos, los seres humanos hemos sentido cierta atracción por la muerte y por el hecho de hacer regresar o comunicarnos de algún modo con nuestros antepasados y difuntos. Para ello, se ha inventado infinidad de artilugios con el objetivo de lograr esa comunicación tan deseada entre el mundo de los no muertos y el más allá, sin embargo, la más famosa es y ha sido siempre la tabla Ouija.
Su uso ha ido, en más de una ocasión acompañado de toda clase de desgracias para aquel que se ha atrevido a perturbar el mundo de los muertos con su osadía. Y es que ¿por qué iba alguien a querer comunicarse con el mundo de los espíritus en lugar de dejarlo estar? Muchas veces se hace por echar de menos a la persona fallecida, otras para preguntar sobre esos asuntos pendientes que dejaron a medias estando en vida e incluso, como ocurrió en 1993 con el caso de Stephen Young, para resolver una investigación criminal.
Qué es y cómo se practica la tabla Ouija
Llegados a este punto, y para los más inexpertos dentro de esta materia, solamente queda responder a la pregunta de qué es exactamente la tabla Ouija. Se trata nada más y nada menos que de un tablero de madera con números y el alfabeto inscrito en él. A través de él, supuestamente, la persona que lo desee podrá contactar con los espíritus. Pero ¿es tan sencillo como aparentemente parece? ¿Cómo se realiza una sesión de espiritismo con la tabla ouija?
Para hacer la tabla Ouija un grupo de personas debe sentarse alrededor de la misma y colocar sus dedos, en conjunto, sobre un puntero movible o un vaso. A un lado del tablero podemos encontrar un ‘sí’ y, al otro lado, un ‘no’, así como un ‘hola’ y un ‘adiós’ en la parte superior del tablero. Esto es para que el ente con el que contactemos pueda responder preguntas cortas y saludar o despedirse de manera más rápida. Una vez que la sesión ha terminado, los jugadores deben despedirse del ente y, posteriormente, levantar sus dedos del vaso o el puntero movible para luego marcharse.
En muchas ocasiones estas sesiones suelen realizarse totalmente a oscuras, alumbrando la estancia unicamente con la luz de las velas. Además, las personas que se atrevan a jugar a este juego macabro deben de estar muy seguras de lo que van a hacer, tener confianza en uno mismo y teniendo bien claro que, a pesar de que se le llame juego, en ocasiones no tiene nada de divertido, sino más bien todo lo contrario.
Los peligros que conlleva
Los expertos en este tema afirman constantemente de que la Ouija es muy, pero que muy peligrosa, por lo tanto se debe tratar este tema con el respeto que merece, sin tomarse a broma estas prácticas. Una vez que se haya contactado con el ente en cuestión, se crea un vínculo entre las personas que buscan el contacto y el mismo, de forma que si no se realiza con respeto y seriedad, habiéndonos despedido cortesmente del espíritu, puede que este quede atrapado en nuestro mismo plano con el poder suficiente como para atormentarnos durante el resto de nuestros días.
Tragedias reales causadas por la Ouija
No hace demasiado tiempo pudimos ver en cines la película Verónica, del director Paco Plaza, la cual se inspiraba en el Caso Vallecas, en el cual (tras realizar una sesión de Ouija) la joven Estefanía Gutierrez comenzó a sentirse acosada por una fuerza maligna. Esta historia terminó en desgracia ya que la adolescente finalmente falleció.
Como esta, hay muchas historias que, gracias a una mala práctica con la tabla ouija, han acabado en tragedia. Por lo tanto, una vez más, debemos recordar que no es recomendable tomarse este tema a la ligera, porque en las manos inexpertas o inadecuadas puede hacer que nos arrepintamos durante el resto de nuestras vida.