Las antiguas escrituras cuentan que, para liberar al pueblo hebreo de la esclavitud a la que este era sometido, Dios envió a Egipto toda clase de plagas que sirvieron como detonantes para que el rey permitiese su partida. Dichas plagas fueron tan terroríficas que algunas de ellas causaron la muerte de cientos de egipcios, quienes (según cuenta la propia leyenda) llegaron incluso a dudar de sus propios Dioses.
El agua convertida en sangre, plagas de ranas, moscas, piojos y langostas, terribles úlceras y pestilencias, devastadoras lluvias de fuego y de granizo, Tinieblas y la llegada del Ángel Exterminador tomaron las tierras de Egipto haciendo temblar los pilares de uno de los imperios más poderosos de la historia humana.
En un principio estas plagas pueden parecer totalmente inexplicables. Sin embargo, la ciencia nunca ha dejado de interesarse por ir descubriendo la verdad sobre cualquiera de estos temas, y a lo largo de los años científicos de todo el mundo han puesto sobre la mesa toda clase de teorías e interesantes puntos de vista con el fin de encontrar la explicación de los enigmas más famosos.
El río ensangrentado
La primera de las plagas se basa en que el agua del río Nilo se convirtió en sangre en cuanto Moisés introdujo su bastón. Sin embargo se cree que la realidad es mucho menos mística, pues muchos expertos afirman que se trataría de una plaga de algas rojas. Estas algas expulsan toxinas capaces de contaminar el aire y la comida, lo cual explicaría posteriores plagas, como la aparición de insectos o la muerte de muchos de los habitantes de Egipto.
Lluvia de fuego y hielo
Nadine von Blohm (reputada climatóloga del Instituto de Física Armosférica de Alemania) habló sobre este tema al periódico londinense The Telegraph. Según cuenta, en la época en la que transcurría la historia de Moisés (concretamente en una isla al norte de Creta llamada Santorini) se produjo una gran erupción volcánica. Este hecho produciría ceniza volcánica que, al mezclarse con las tormentas eléctricas, pudieron dar la sensación de granizo, mientras que las bolas de fuego se explicarían por la propia erupción volcánica que ya hemos mencionado.
Llegada de insectos, mosquitos y ranas
Referente a la supuesta ‘lluvia de ranas’, este hecho es bastante relativo, pues muchos afirman que la aparición de las ranas fue de los propios lagos y no que cayeran del cielo, irrumpiendo en las calles de Egipto en busca de alimentos.
Si creemos la explicación científica de que el río se volviera rojo, este hecho (junto a la llegada de anfibios a Egipto) produciría que aparecieran toda clase de insectos, tales como mosquitos, pulgas y piojos. Este es para muchos el motivo de que tuvieran lugar las posteriores enfermedades, pues como sabemos estos insectos pueden transmitir toda clase de enfermedades y sarpullidos.
Enfermedades, úlceras y sarpullidos
Además de los sarpullidos causados por las diferentes plagas de insectos, se sabe que hace unos 3.000 años (época en la que transcurrió la liberación del pueblo Hebreo) Egipto fue asolado por la viruela, una terrible enfermedad muy contagiosa que afectó a gran parte de su población y que causaba dolorosos furúnculos en la piel. Del mismo modo el ganado del pueblo egipcio también sufrió terribles enfermedades que acabaron con gran parte de los animales, según los escritos las características que padecía el ganado concuerda perfectamente con la letal peste bovina.
Muerte de los primogénitos
Si tomamos como cierto el hecho de que la primera de las plagas de Egipto (en la que el río Nilo se volvió rojo), la aparición de las algas tóxicas produciría la contaminación del aire y de muchísimos alimentos. Por ello, no es de extrañar que muchos de los habitantes de Egipto (entre ellos, por supuesto, los primogénitos) tuvieran un duro desenlace muriendo a causa de terribles enfermedades. Esta última plaga fue la que hizo que el Rey de Egipto se decidiera a dejar en libertad al pueblo hebreo.